El alquiler se diversifica y con ello, las posibilidades de elegir nuevas modalidades de alquiler. Hoy nos centraremos en analizar los pros y contras de dos perfiles de inquilino: turista y estudiante.
¿Qué ventajas e inconvenientes presentan?, ¿Qué alquiler tiene más beneficios?. Son algunas de las cuestiones a las que trataremos de dar respuesta. No te lo pierdas.
Pros y contras de alquiler vacacional y estudiantil
El boom del mercado del alquiler se presenta como una oportunidad para los propietarios de una vivienda.
Este auge del alquiler frente a la compra ha propiciado nuevas formas de arrendamiento que ganan terreno al alquiler de larga temporada; y te preguntarás ¿cuáles son estas nuevas modalidades de alquiler? Nos referimos al alquiler vacacional o a una modalidad a medio camino entre el turístico y el habitual: el alquiler a estudiantes.
Ambas opciones presentan ventajas e inconvenientes desde el punto de vista económico, fiscal y legal. Y es que ser propietario no solo se restringe a generar beneficios: es un compendio donde al final de la balanza la rentabilidad compensa los riesgos.
Por ello, si te planteas qué tipo de alquiler es mejor para tu vivienda, hoy te damos algunas pistas en clave de pros y contras para que elijas la opción que mejor se adapta a tus necesidades.
El auge del alquiler frente a la compra
Las cifras hablan por sí solas y en España dos de cada diez personas viven de alquiler, según datos de Eurostar. Una tendencia al alza que, al parecer, no dejará de crecer.
Y es que, tras la reactivación del sector inmobiliario, el mercado se vuelve a movilizar para llegar incluso a cuotas anteriores a la burbuja inmobiliaria. Aunque, por otro lado, este auge ha propiciado una aparición de la temida burbuja inmobiliaria en el mercado de alquiler.
Una burbuja propiciada por los altos precios que, en consecuencia, generan una serie de beneficios a los propietarios.
En este sentido, el alquiler vacacional se encuentra en el punto de mira por haber aumentado su peso en el mercado inmobiliario gracias a plataforma intermediarias como Airbnb.
Por otro lado, el alquiler a estudiantes ha crecido un 60% con respecto al mismo periodo de 2016, según datos de Uniplaces.
Con esta premisa de crecimiento, no de extrañar plantearse alquilar por algunas de estas modalidades.
Mientras que el alquiler vacacional parece generar más beneficios, el alquiler a estudiantes ofrece una rentabilidad más estable que no está sujeta a la estacionalidad.
Así, la decisión final depende de las circunstancias, así como de la zona donde esté situada la propiedad.
El alquiler turístico, una bomba legal
El alquiler a turistas se elevó a la cima de los beneficios en el mercado inmobiliario, y por ello muchos propietarios no dudaron subirse al carro de la rentabilidad – y la ilegalidad-.
Por ello, este alquiler no tardó en situarse en el punto de mira de Hacienda y las administraciones, por la economía sumergida que supuso y el impacto social negativo en los vecinos habituales de estas residencias.
Por ello, hoy en día la opción del alquiler vacacional es posible y rentable, siempre y cuando se cuente con la debida licencia turística o las obligaciones fiscales al día, entre otros. Eludir alguna de estas obligaciones puede suponer una multa importante.
Dicho esto, los pros y contras serían los siguientes:
- Rentabilidad: en comparación con el alquiler a estudiantes, la rentabilidad depende del nivel de ocupación, el cual varía según la zona y la época del año. Unos factores que conviene analizar de antemano.
- Intermediarios: La proliferación de las plataformas intermediarias ha propiciado una facilidad asombrosa para encontrar inquilinos. Por otro lado, esto ha creado mayor competencia.
- Menor exigencia: al tratarse de una estadía menor, los inquilinos presentan un nivel de exigencia menor en cuanto a las comodidades y el menaje del piso. Aunque por ley, en ciertas comunidades autónomas, las casas deberán estar debidamente equipadas.
- Problemas con los vecinos: la plataforma flotante que suponen los turistas se traduce en problemas de convivencia con los vecinos.
El alquiler a estudiantes y el aumento del mundo ‘Erasmus’
España es uno de los destinos favoritos de los estudiantes Erasmus y esta preferencia se ha visto incrementada en los últimos tiempos. Por otro lado, los estudiantes nacionales también representan una porción importante de inquilinos, por lo que el mercado siempre está en constante movimiento.
Sin embargo, alquilar a estudiantes puede generar cierta reticencia por parte de los propietarios, al tratarse de un perfil aparentemente conflictivo. Con ello, algunas de las ventajas e inconvenientes son las siguientes:
- Ocupación constante y a corto-largo plazo: los estudiantes suelen quedarse como mínimo un curso académico, lo que garantiza la ocupación de la vivienda. Y en algunos casos garantiza su estancia durante todo el tiempo que dure la carrera.
- Menor posibilidad de impago: Según la plataforma Uniplaces, el aval de los estudiantes son los padres en el 80% de los casos.
- Problemas de convivencia: una mayor movilización de las habitaciones, puede propiciar problemas de convivencia entre los propios estudiantes. Por otro lado, el perfil de los mismos tiende a generar conflictos con la comunidad de vecinos.
Como verás, ambas opciones presentan ventajas e inconvenientes que es necesario calibrar de antemano.
En ambos casos, las desventajas y potenciales contingencias se pueden evitar mediante la formalización de un contrato legal donde se especifican las consecuencias en caso de incumplimiento de las normas tanto a nivel de alquiler como de convivencia.
¿Qué opción escogerías? ¿Conoces otras ventajas e inconvenientes?
¡Te esperamos en los comentarios!
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